Los científicos especialistas en clima predicen que el número de días de calor extremo aumentará en muchas partes del mundo en desarrollo. Esta columna informa los resultados de investigaciones que muestran que el aumento del número de días extremadamente calurosos en el México rural conducirá a reducciones significativas en el empleo local. En respuesta al calor extremo, algunos trabajadores locales están migrando, ya sea a áreas urbanas del país o a los Estados Unidos. Es probable que los mercados de empleo rural de otros países menos desarrollados se vean afectados de manera similar, y que las familias pobres con trabajadores asalariados sean las más vulnerables a los cambios en las condiciones del mercado local.
Se predice que el cambio climático traerá una mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos, aumento de las temperaturas, derretimiento de los casquetes polares y cambios en los patrones de lluvias. Un creciente cuerpo de investigación sugiere que los costos económicos del cambio climático pueden ser sustanciales y de gran alcance, afectando la agricultura, la mortalidad, la productividad laboral, el crecimiento económico, los conflictos civiles y la migración.
En última instancia, la magnitud de estos costos dependerá en parte de cómo responden y se adaptan los gobiernos, las instituciones y las personas. Se espera que los costos del cambio climático sean particularmente agudos en los países en desarrollo. En estos países, los agricultores enfrentan un acceso limitado a créditos, fertilizantes, otros insumos agrícolas o apoyo gubernamental, con una proporción mayor de la población empleada en la agricultura.
El enfoque de nuestro estudio es México, donde la agricultura es uno de los sectores de empleo más grandes, brindando trabajo a más del 13% de la población del país en 2016. Investigamos los efectos de la temperatura y las lluvias en las decisiones locales de empleo en el México rural, incluyendo la demanda de mano de obra contratada, empleo agrícola y empleo no agrícola.
Un sector que puede ser bastante sensible al calor extremo es el empleo rural. En México, los pequeños agricultores tradicionales o de subsistencia poseen o administran más del 77% de la propiedad rural. Estos agricultores a menudo no tienen acceso a riego, crédito o semillas mejoradas. Tal vez debido a esto, la agricultura requiere mucha mano de obra. El empleo puede ser uno de los únicos márgenes a través del cual los agricultores pueden responder al calor extremo.
Nuestra investigación, que utiliza casi 30 años de datos de encuestas de hogares representativos a nivel nacional, es la primera en evaluar el efecto del calor extremo sobre la probabilidad de empleo local en el México rural. Medimos el calor extremo en términos de «días con grados dañinos» (HDD, por sus siglas en inglés), donde cada aumento de la temperatura promedio en 1º C por encima de 32º en un día determinado se traduce en un aumento de 1º en los HDD.
Encontramos que el calor extremo reduce la probabilidad de empleo local en el México rural, con un aumento de 1HDD que reduce la probabilidad de empleo local en 0.05 puntos porcentuales. Estos impactos son particularmente agudos para los trabajadores asalariados.
Los impactos negativos no se limitan al empleo agrícola: repercuten en sectores no agrícolas de la economía rural, como la venta al por menor, los servicios y la construcción. La probabilidad de empleo en esos sectores disminuye en 0.04 puntos porcentuales por cada unidad de aumento en HDD.
El empleo rural responde a los impactos climáticos negativos a través de la migración. Encontramos que en respuesta al calor extremo, los trabajadores locales migran, ya sea a áreas urbanas de México o a los Estados Unidos.
Utilizamos estos resultados econométricos para proyectar cambios en el empleo rural y la migración del cambio climático. Todos los modelos climáticos predicen que la cantidad de días de calor extremo aumentará en una gran parte de México.
Bajo un escenario de emisiones moderadas, hay una disminución en el empleo local de hasta 1.4% y un aumento en la migración a otras partes de México y Estados Unidos de hasta 1.4% y 0.25%, respectivamente. Estas proyecciones se traducen en 236,094 personas menos empleadas localmente, 232,792 que migran a áreas urbanas de México y 41,275 que emigran a los Estados Unidos.
Nuestros resultados sugieren que el cambio climático tendrá un impacto económicamente significativo en los mercados de empleo rural en los países menos desarrollados. Las temperaturas extremas afectarán negativamente las oportunidades de ingreso local. Las familias pobres con trabajadores asalariados serán las más vulnerables a estos impactos, ya que sus oportunidades de empleo local son más sensibles al calor extremo.