Economía, trabajo y negocio

Diversidad para mejorar la resiliencia de las granjas y la seguridad alimentaria: el caso de Finlandia

5 min

by

Helena Kahiluoto and Janne Kaseva

Es importante para los agricultores utilizar eficientemente los recursos, pero también es importante la diversidad de granjas para asegurar la sostenibilidad y la resiliencia. En este artículo se presentan estudios sobre granjas en Finlandia que muestran que no hay una disyuntiva entre diversidad y eficiencia. De hecho, la especialización imprudente en todo el mundo ha reducido el uso eficiente de los recursos del sistema alimentario y provocado que el suministro de alimentos sea innecesariamente frágil, justo ahora, en nuestra era de inestabilidad ecológica y social.

El paradigma de la eficiencia optimizada ha contribuido a la creencia general que la diversidad implica ineficiencia. Al igual que muchos otros paradigmas, nunca ha sido realmente probado, aunque suele creerse. Es una pena, porque la diversidad –al igual que el uso eficiente de los recursos– es necesaria para la sostenibilidad, sobre todo para la resiliencia.

En investigaciones recientes hemos probado el paradigma de la racionalización al utilizar datos de 11 años para 3.268 granjas en el sur de Finlandia. Las cuales tienen más de 30 hectáreas de campos agrícolas. No hemos encontrado ninguna justificación para creer que la diversidad significa ineficiencia.

Las granjas con mayor diversidad en el uso de la tierra –con cultivos más diversos– no son menos eficientes en su uso de recursos que las granjas con una menor diversidad de sus cultivos. Nuestros resultados indican que, o bien no hay una disyuntiva o hay una disyuntiva insignificante, sin importancia económica, entre la eficiencia de la granja y el uso diverso de la tierra (Kahiluoto & Kaseva, 2016). La relación entre la diversidad y la eficiencia es positiva o negativa, dependiendo del año, pero siempre es pequeña y estadísticamente insignificante.

Estudiamos el ingreso total en relación con el uso de capital, tierra y trabajo y la diversidad del uso de la tierra en las granjas, tomando en cuenta la línea de producción. La estimación que utilizamos para la diversidad –el índice de diversidad de Shannon-Weaver– describe los diferentes tipos de uso de la tierra (por ejemplo, cultivos) de una granja y la uniformidad en la distribución de la tierra agrícola entre esos tipos.

Más que un análisis de regresión, utilizamos un análisis estocástico de frontera. Éste, nos permite probar el supuesto en cuanto a granjas con la misma eficiencia en el uso de los recursos. Usamos información basada en los datos de Contabilidad de Rentabilidad de Finlandia, para el estudio de cada granja; es decir, usamos la base de datos oficial que se recopila para la Red Europa de Información Contable Agrícola, que es administrada por la Comisión Europea.

La capacidad de gestión de sistemas es una competencia clave de los agricultores exitosos. Al desarrollar y aprovechar esa competencia, es posible encontrar una manera para combinar el uso eficiente de la tierra, el trabajo y el capital con una diversidad suficiente en el uso del suelo para asegurar resiliencia, además de eficiencia económica.

Por ejemplo, en vista de la reciente volatilidad de los precios de muchos productos agrícolas en los mercados internacionales, es útil no sólo tener, digamos, cultivos aceiteros, cuyo precio es el que más varía, sino también incluir granos o animales en el sistema de cultivo.

Asimismo, tiene sentido incluir varios cultivos con diferentes variaciones en cuanto a la demanda y la oferta en los mercados mundiales. La gestión de sistemas no sólo implica elecciones para asegurar la diversidad en respuesta a los cambios críticos y la variabilidad, sino que además implica garantizar que no disminuya la eficiencia económica. La diversificación debería mejorar la uniformidad del uso de trabajo a lo largo del año más que incrementar los picos de trabajo y, si bien debe reducir la variación interanual de los ingresos y la probabilidad de pérdidas, no debe reducir el ingreso promedio.   

La diversidad es, efectivamente, el bloque de construcción por excelencia para la resiliencia. La resiliencia se refiere a la capacidad de un sistema –por ejemplo, una granja– de sostener, y de ser necesario, de transformar sus funciones e identidad claves. La diversidad genera resistencia, pero además produce opciones entre las cuales es posible escoger para garantizar adaptabilidad y transformabilidad. Un aspecto importante al combinar la resiliencia y la eficiencia es el tipo de diversidad que se incorpora al sistema. La diversidad puede ser más eficiente o menos eficiente.

La diversidad en respuesta a cambios críticos y variabilidad es la clave para proveer servicios cruciales, como la seguridad alimentaria en tiempos de inseguridad. Por ejemplo, es extraordinariamente importante asegurar una diversidad suficiente de los cultivos para hacer frente al cambio climático y los extremos climáticos dentro de una granja o región, y dentro del conjunto completo de cultivos disponibles de los cultivos básicos (Kahiluoto et al, 2014).  

La reticencia a cuestionar el paradigma racionalizador de las soluciones basadas en enfoques genéricos, ha dado lugar a una homogenización y especialización duraderas y de gran alcance en todos los niveles de los sistemas alimentarios. Lo anterior ha provocado que el suministro de alimentos sea innecesariamente frágil en nuestra era de inestabilidad global, tanto social como ecológica.

Esta especialización imprudente además ha reducido el uso eficiente de los recursos en todo el sistema alimentario. Algo evidente cuando observamos la especialización regional de la agricultura en lo que respecta a la separación espacial de los cultivos y el ganado, que da lugar a la pérdida de nutrientes valiosos (Kuisma y Kahiluoto, 2017), sistemas de agua y dinero. Es hora de cambiar la ruta.

 

Helena Kahiluoto
Professor, Lappeenranta University of Technology
Janne Kaseva
Senior specialist, Natural Resources Institute Finland