Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas relacionados con las áreas urbanas establecen que todos tienen derecho a una vida con agua limpia, saneamiento moderno y sin inundaciones. Pero muchas ciudades de África subsahariana luchan por lograr el ideal de un sistema universal moderno de gestión centralizada del agua. Esta columna describe el potencial para ‘saltar’ costosos sistemas universales y avanzar directamente hacia un futuro más ‘sensible al agua’ basado en soluciones descentralizadas y adaptadas localmente.
El estrés hídrico es un problema importante en las áreas urbanas de África subsahariana, y como el clima cambia, se debe esperar que empeore. El aumento de las inundaciones y la escasez de agua son consecuencia del desarrollo urbano actual y, al mismo tiempo, obstaculizan el desarrollo de nuevas ciudades.
Urbanización rápida y recursos inadecuados resultan en infraestructuras hídricas sobrecargadas que proporcionan servicios a solo una minoría de la población. También hay grandes áreas de desarrollo informal donde faltan infraestructuras de agua. Dadas las condiciones de las ciudades africanas es difícil lograr el ideal de una gestión moderna y universal basada en un sistema de redes subterráneas de tuberías.
Los expertos en agua también cuestionan la capacidad de recuperación de los sistemas universales en un momento de cambio climático, el crecimiento de la población y las preocupaciones sobre la sostenibilidad. Proponen un movimiento hacia arreglos más sostenibles aprovechando los sistemas descentralizados con base en infraestructura verde. En dichos sistemas, el agua se gestiona en el paisaje urbano, los ciudadanos participan más activamente en la gestión del agua y practican comportamientos sensibles al agua.
El desafío de la administración del agua para las ciudades africanas que luchan por alcanzar el ideal universal podría ser cómo abordar los déficits de infraestructura hídrica al mismo tiempo que se recurre a los sistemas sostenibles. El enfoque podría estar en el desarrollo de soluciones descentralizadas y adaptadas localmente, sistemas universales costosos que podrían «saltarse» y avanzar directamente hacia futuros más sensibles al agua.
Ciudades diversas
En mi investigación en ciudades Africanas -particularmente Addis Ababa y Dar es Salaam- encontré el tejido urbano formado por áreas diversas con diferentes opciones para la gestión del agua, dependiendo de su ubicación (aguas arriba o aguas abajo), el grado de formalidad y sus infraestructuras actuales.
En algunas áreas formales, como vecindarios de condominios de rápido crecimiento, las personas parecen estar atrapadas en un sistema moderno pero de mal funcionamiento, donde la escasez de agua limita el funcionamiento de los inodoros y redes de alcantarillado, y las estructuras de desagüe están limitadas a pocos drenajes. Aquí, las infraestructuras y las regulaciones limitan las opciones de las personas para diversificar sus prácticas de agua y dependen entonces de comprar costosa agua embotellada.
En las áreas informales de las ciudades, hay una especie de libertad sociotécnica, donde las personas extraen agua de los pozos privados, recolectan agua de lluvia, pero la riegan para evitar inundaciones y también dejan los desechos en el medio ambiente. Todo esto exige recursos para construir soluciones locales de cierta calidad, pero también para ser sostenible. Los adinerados invierten en tanques y canaletas para recoger agua de lluvia y gaviones resistentes para evitar la erosión. En la actualidad, la gestión individual del agua funciona con poco apoyo y coordinación de la ciudad.
Desconexión en el gobierno
El discurso oficial se centra en extender los sistemas de agua centralizados convencionales universales, mientras que la recolección de agua se considera como atrasado y rural.
Pero el enfoque de planificación maestra puede ser en sí mismo una de las barreras para integrar la resiliencia del agua verde en los regímenes de planificación. Existe una discrepancia entre el uso formal de la tierra, tal como se describe en los planes maestros, y la diversidad real de usos que tiene lugar en el terreno. Los planes no pueden seguir el ritmo de la urbanización: están desactualizados antes de ser aprobados. También suelen carecer de directrices y proyectos reales y experimentos sobre cómo incorporar la resiliencia del agua y cómo fortalecer la infraestructura verde.
Al mismo tiempo, las organizaciones clave en el desarrollo urbano -los propietarios de tierras privados y a menudo informales, las comunidades locales y los grupos civiles- se sienten desconectados del sistema oficial. Las ‘innovaciones’ en la gestión del agua pueden provenir de la investigación. También pueden provenir de la sociedad civil o de familias individuales que luchan contra la provisión de agua y la prevención de inundaciones. Sin embargo, si no tienen ningún vínculo con el sistema oficial, las inovaciones se convierten en incrustaciones y aprendizajes institucionales limitados.
Mis colegas africanos de investigación les llaman, a las áreas informales, ”el ojo ciego” de la planificación urbana.
Potencial para saltar
Debido al déficit de infraestructura en las ciudades africanas, los sistemas de agua convencionales coexisten con otras actividades de gestión del agua, donde los residentes también son productores. Dado que la descentralización y la participación de los habitantes de las ciudades son los principios fundamentales de la gestión sostenible del agua urbana, la diversidad de los sistemas de gestión del agua podría ser un punto de partida para «saltar» más allá del desarrollo costoso e inalcanzable de las infraestructuras hídricas convencionales.
El desafío en estas ciudades es complementar el ideal de la infraestructura de uso intensivo de recursos y cambiar el encuadre de las prácticas descentralizadas existentes a algo positivo y constructivo. Es esencial para las administraciones de la ciudad coproducir, apoyar y aprender de las actividades descentralizadas de gestión del agua, y reconfigurar aquellos elementos de las prácticas predominantes que son inherentemente insostenibles.