El estudio de 15 casos en distintos países latinoamericanos muestra que las soluciones basadas en la naturaleza, además de ser herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos ecológicos para los que son diseñadas, también generan beneficios económicos y sociales.
El interés en las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) ha crecido debido a sus múltiples beneficios, como reducir inundaciones y contaminación. En contextos urbanos, las SBN han probado en la última década poder soportar la biodiversidad local y ayudar a adaptarse a desafíos ambientales. América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo, con un 80% de habitantes en áreas urbanas que son en su mayoría vulnerables al cambio climático. Aunque el concepto de SBN es reciente en la región, experiencias con infraestructura verde y técnicas ancestrales muestran su potencial para transformar áreas urbanas y periurbanas.
La implementación de SBNs en la región enfrenta obstáculos como la falta de valoración socioeconómica y la dificultad para integrarlas en la planificación urbana. Muchos proyectos aún son teóricos o poco replicables, destacando la necesidad de estudios que faciliten su sostenibilidad y escalabilidad.
Desde 2022, YES Innovation, el Instituto Humboldt y Ciudad Viva han estudiado 15 casos ejemplares de aplicación urbana de SBN a gran escala en Perú, Colombia y Ecuador a través del proyecto de investigación ENSLAC, apoyado por la Agencia Francesa de Desarrollo. ENSLAC busca entender los mecanismos de éxito en estos proyectos, con el fin de fortalecer la resiliencia urbana frente a los desafíos ambientales y sociales, apoyando al mismo tiempo el desarrollo urbano sostenible.
En Ecuador, el proyecto AGRUPAR de Quito ejemplifica el impacto de las SBN. Iniciado en 2002, este programa de agricultura urbana ha permitido a más de 21,000 familias cultivar alimentos orgánicos, reduciendo la malnutrición y promoviendo la biodiversidad urbana. Hasta 2020, AGRUPAR produjo 870 toneladas de alimentos ecológicos, mejorando la seguridad alimentaria y reduciendo las emisiones de CO2 asociadas al transporte de alimentos.
Las SBN no solo abordan desafíos ecológicos, sino que también generan beneficios económicos y sociales. En Medellín, Colombia, la creación de corredores verdes urbanos ha reducido la contaminación atmosférica y las islas de calor, disminuyendo las temperaturas urbanas hasta 2°C y mejorando la conectividad entre espacios verdes y zonas urbanas.
Una de las claves para el éxito de estas iniciativas es la gobernanza. En Montería, Colombia, el parque urbano Ronda del Río Sinú, creado en 2002, es un modelo de transformación urbana gracias a la participación activa de los ciudadanos y la continuidad política. Este proyecto ha restaurado el 70% de la zona ribereña, promoviendo el desarrollo ecológico, urbano y cultural.

Las SBN ofrecen una flexibilidad única, adaptándose a diversos contextos urbanos y proporcionando soluciones multifuncionales. Esto es especialmente relevante para las ciudades en rápida expansión de América Latina. También son parte de una visión a largo plazo de la sostenibilidad urbana. Por otro lado, proyectos como los Mecanismos de Pago por Servicios Ecosistémicos (MERESE) en Perú demuestran cómo se puede institucionalizar el uso de recursos económicos para garantizar la conservación de recursos hídricos y ecosistemas, asegurando una gestión local y participativa.
El análisis permitió identificar una serie de factores comunes a los casos analizados, que participaron al éxito de los proyectos:
- Multifuncionalidad y sensibilidad a escala: los proyectos deben partir de procesos anteriores, considerar características locales, y establecer vínculos directos con instrumentos políticos.
- Modelo de financiamiento claro: un modelo claro de financiamiento y viabilidad financiera es esencial.
- Gestión autónoma por entidades estables: la gestión por entidades autónomas asegura la continuidad a largo plazo y expansión de las acciones del proyecto.
- Gobernanza multi-actores: la cooperación entre sectores públicos y privados, junto con la comunidad organizada, es fundamental. A menudo los proyectos han integrado una entidad privada catalizadora y facilitadora de la relación entre comunidad y sector público.
- Enfoque técnico: un enfoque técnico, más que político, respaldado por un modelo de gestión claro, facilita la participación de actores locales.
- Formación y transferencia de conocimientos: la integración de componentes de sensibilización y formación de las comunidades es crucial para el éxito del proyecto.
- Relaciones de confianza: establecer relaciones de confianza con las comunidades mejora la eficacia del proyecto.
- Impulso de individuos visionarios: la visión de líderes carismáticos puede traducirse en éxitos a largo plazo si se transfiere a un operador estable.
- Cooperación internacional: la conexión con redes internacionales facilita la réplica y legitimación de los proyectos.
Además, se han podido observar resultados sorprendentes, por los cuales el valor agregado de trabajar con naturaleza urbana es evidente; de hecho, los proyectos se caracterizan por generar numerosos impactos secundarios. Por ejemplo, muchos de ellos integran una fuerte respuesta a las cuestiones de género; presentan modelos de gobernanza y financiación originales y potentes que podrían aplicarse en otros proyectos urbanos; presentan una capacidad para trabajar en cooperación en cuestiones complejas en lugar de imponer soluciones, y algunos proponen respuesta a necesidades a gran escala sin necesariamente involucrar grandes inversiones.
Los resultados de este análisis son una clara invitación a masificar el uso de SBN en las ciudades de la región, y la aplicación de estos esquemas organizativos podría facilitar alcanzar éxito para nuevos proyectos.