El diseño y la coordinación de políticas para promover una economía más productiva son retos para todos los gobiernos. Pero un desafío muy notorio en los países en vías de desarrollo es el cumplimiento de las políticas, sobre todo las de lucha contra prácticas corruptas. En este artículo se describen las medidas de política claves para construir empresas más competitivas en diferentes sectores económicos y se llega a la conclusión de que las estrategias de lucha contra la corrupción son instrumentos críticos para abordar la pregunta central de cómo lograr la ‘transformación de la producción’.
Después de varias décadas de haber languidecido cerca del fondo de las agendas de política nacionales e internacionales, la meta de construir empresas productivas más competitivas en diferentes sectores económicos – ‘la transformación de la producción’ – está nuevamente de moda. Los gobiernos en los países en vías de desarrollo, especialmente en África, están reclamando una nueva ola de políticas industriales para aumentar la productividad en la agricultura, desarrollar nuevos sectores manufactureros y obtener beneficios de los mercados mundiales.
Al alejarse de una narrativa enfocada a la pobreza, en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocieron la importancia de crear trabajo digno e impulsar la innovación, la transformación industrial e inversiones en infraestructura. Como enfatizamos mi colega Ha-Joon Chang y yo, lograr estos objetivos no es sólo el medio para llegar a un fin, por ejemplo un ingreso per cápita más alto. Se trata de las partes integrales y las características distintivas de una sociedad inclusiva y productiva que tenga la capacidad para enfrentar los desafíos de la sostenibilidad social, económica y ambiental.
Efectivamente, una economía con un alto ingreso per cápita que simplemente es el resultado de una bonanza de los recursos es estructuralmente diferente de una economía productiva y diversificada en que la gente participa en la creación y distribución de valor a través de empleos útiles.
A pesar del consenso emergente en cuanto a la importancia de la transformación de la producción y cierto optimismo acerca de las oportunidades ofrecidas por el creciente comercio Sur-Sur y las cadenas de valor mundiales, los países en vías de desarrollo afrontan serios desafíos. Sobre todo son evidentes cuando pasamos de una discusión sobre metas de política generales a un análisis de cómo lograr estas metas de política en ciertos contextos adversos.
El tema del cómo es un rompecabezas con tres piezas: implica combinar el diseño de políticas; la coordinación y alineación de paquetes de políticas; y lo que es crucial, el cumplimiento de las políticas.
La primera pieza del rompecabezas es cómo diseñar una política capaz de abordar el problema en cuestión de una manera efectiva. En diferentes contextos, diferentes instituciones diseñan las políticas de diferentes maneras.
Por ejemplo, si el objetivo es mejorar las habilidades de los jóvenes para el empleo productivo, esto implicaría sistemas de capacitación vocacional, al igual que mecanismos de ejecución como capacitación en el trabajo, pasantías y prácticas. Para que las cosas sean todavía más complicadas, cada sector productivo requiere diferentes tipos de habilidades, así que la capacitación tiene que ser acorde a las habilidades requeridas.
Otro ejemplo es la generación eléctrica, que es un desafío en muchos países en vías de desarrollo. En este tema, al diseñar la política es necesario reconocer las diferentes necesidades de electricidad y las diferentes respuestas institucionales y de política necesarias para satisfacer esas necesidades. Por ejemplo, si bien las soluciones populares con paneles solares fuera de la red podrían ser una solución de política efectiva para satisfacer las necesidades de los hogares, es diferente la situación para la electricidad para usos productivos. Una fábrica de cemento requerirá fuentes de electricidad más tradicionales. Cada una de estas soluciones para diferentes necesidades además requerirá financiamiento.
La transformación de la producción se refiere al manejo de interdependencias, motivo por el cual las políticas son efectivas sólo en la medida en que son coordinadas con otros instrumentos – la segunda pieza de nuestro rompecabezas (para la cual he elaborado una matriz de política para ayudar a navegar el tema).
Por ejemplo, la implementación de las políticas de desarrollo de habilidades tiene que ir de la mano de la promoción del desarrollo de las empresas, incrementos de la productividad en la empresa y absorción de tecnología. De lo contrario, los trabajadores cualificados seguirán desempleados o subempleados en organizaciones no productivas con salarios bajos y pocas posibilidades para aprendizaje y movilidad social.
El diseño y la coordinación de las políticas son desafíos en todos los países. Lo especialmente desafiante en los países en vías de desarrollo es el cumplimiento de las políticas, sobre todo las políticas de lucha contra prácticas corruptas – nuestra tercera y última pieza del rompecabezas.
Todas las políticas implican el riesgo de corrupción – por ejemplo, cierto incentivo monetario que se da a las empresas para el desarrollo conjunto de habilidades, un subsidio en el precio de la electricidad para superar los riesgos de inversión o una licencia para extraer recursos naturales. Todos ellos pueden ser captados por diferentes organizaciones y ser desviados de usos productivos. En vista de que todos los sectores tienen diferentes grados y tipos de vulnerabilidad a la corrupción, las estrategias de lucha contra la corrupción serán efectivas solamente en la medida en que operan sector por sector.
Las estrategias para abordar los elementos de corrupción y cumplimiento de las políticas de transformación productiva son el eje del consorcio de investigación SOAS Anti-Corruption Evidence (ACE) Research Consortium. SOAS-ACE está trabajando en tres países –Bangladesh, Nigeria y Tanzania– en cada uno de los cuales hemos identificado diferentes sectores en que las intervenciones de lucha contra la corrupción factibles podrían tener un impacto profundo en el desarrollo. A manera de ilustración, la Figura 1 muestra los sectores identificados en Tanzania.
Las estrategias de lucha contra la corrupción específicas por sector que estamos investigando se basan en diferentes principios de diseño que hacen que sea más factible hacer cumplir las políticas. En síntesis, mientras a más organizaciones en sectores específicos se les ofrezca maneras para entregar resultados de desarrollo en su propio interés, más fácil será hacer cumplir las políticas.
Es importante notar que este enfoque reconoce la necesidad de alinear los incentivos entre diferentes organizaciones (por ejemplo, empresas y proveedores de capacitación vocacional); de ofrecer diferentes soluciones para diferentes tipos de organizaciones (como ser empresas pequeñas y grandes); y también de construir coaliciones y promover maneras nuevas para resolver disputas relativas a derechos como en el caso del sector de la tierra. En esta línea, las estrategias de lucha contra la corrupción se convierten en instrumentos críticos para abordar el cómo de las políticas de transformación de la producción en los países en vías de desarrollo.
Figura 1: El potencial de promover el desarrollo al afrontar la corrupción
Buen artículo, muy
Buen artículo, muy recomendable! 🙂