Muchos países africanos lidian con un alto desempleo, particularmente entre sus jóvenes. Esta columna explica cómo la provisión de electricidad confiable podría desempeñar un papel clave en la creación de empleos en la región. Invertir en el sector eléctrico impulsaría el espíritu empresarial, la productividad, la competitividad de las exportaciones de las empresas y la demanda de trabajadores altamente calificados.
Muchos países africanos lidian con un alto desempleo, particularmente entre sus jóvenes. El alto crecimiento de la población y el aumento del nivel educativo han llevado a una expansión de la fuerza laboral. Pero las oportunidades de empleo no han seguido el ritmo.
Las consecuencias del alto desempleo podrían ser muy graves. El aumento del desempleo juvenil y la desigualdad son impulsores potenciales de los disturbios sociales, como lo demuestran Túnez y otros países africanos. El desempleo también es un importante impulsor de la migración, como lo demuestra la reciente ola de migrantes que emprenden el peligroso viaje a través del Mediterráneo con la esperanza de una vida mejor en Europa.
Estas experiencias sugieren una necesidad urgente de que los responsables políticos en África aborden el tema del desempleo. Un foco central de su atención debería ser el suministro de electricidad confiable, que es el linaje de la mayoría de las economías modernas.
Sin electricidad, las empresas y los hogares luchan por operar de manera efectiva, ya que desempeña un papel clave en la producción de bienes y servicios. Pero la realidad es, que a pesar de que más de 600 millones de personas en África carecen de acceso a la electricidad, la calidad del suministro, incluso para hogares y empresas conectadas, es precaria. Los cortes de electricidad se han vuelto frecuentes en muchos países africanos. Los hogares y las empresas sufren varios episodios de interrupciones, a menudo en horarios no planificados (ver Figura 1).
Figura 1. Acceso a la electricidad confiable, por parte de empresas y hogares.
Fuente: El Banco Mundial
A pesar de la prevalencia de los cortes de electricidad en África y el mundo en desarrollo en general, se sabe poco sobre las consecuencias para el empleo de la provisión de electricidad poco confiable. Los investigadores han documentado los efectos negativos de los cortes de electricidad en el desempeño de las empresas, ya que reduce la inversión y la productividad. También hay evidencia de un efecto indirecto negativo sobre las actitudes de cumplimiento tributario y la movilización de ingresos fiscales. Pero falta evidencia empírica sobre los efectos de las interrupciones en el empleo.
En un estudio reciente, se exploró cómo el suministro de electricidad poco confiable en África contribuye al desempleo en la región. Sostengo que la electricidad y la mano de obra son insumos complementarios en la producción, lo que sugiere que la provisión poco confiable de la primera limitará la medida en que las empresas demanden la segunda.
Con este fin, la investigación combina datos recientes de encuestas en hogares y empresas de más de 20 países africanos con datos de infraestructura eléctrica para analizar los efectos de las interrupciones en el empleo. El análisis también busca identificar los canales a través de los cuales las interrupciones afectan en el empleo.
Los principales hallazgos son los siguientes: primero, los cortes de electricidad tienen un impacto negativo sustancial en el empleo. En otras palabras, las comunidades o regiones con interrupciones persistentes tienen una mayor probabilidad de desempleo. El impacto cae particularmente en el empleo en los sectores no agrícolas, que dependen de la electricidad para sus actividades.
Segundo, los cortes de electricidad tienen implicaciones negativas para el empleo altamente calificado en relación con el empleo no calificado o poco calificado. Los trabajos altamente calificados juegan un papel clave en la transformación económica, ya que aumentan la productividad. Pero tales trabajos requieren de tecnología moderna que funciona con electricidad. El suministro no confiable de electricidad que limita la expansión del sector de alta tecnología y alta calificación y, por lo tanto, esta conduce a bajas tasas de empleo en el sector.
La investigación también proporciona evidencia sobre tres vías principales a través de las cuales la provisión de electricidad poco confiable afecta el empleo.
Primero, las interrupciones tienen un impacto negativo en el emprendimiento. Los efectos son particularmente perjudiciales para el emprendimiento en el sector no agrícola, que generalmente requiere acceso ininterrumpido a la electricidad en el proceso de producción o la prestación de servicios.
Los cortes de electricidad persistentes indican altos costos de producción e incertidumbre en el clima de los negocios, reduciendo así los incentivos de posibles empresarios para establecer nuevos negocios. Esto tiene implicaciones para el ingreso firme en los sectores industrial y de servicios. A medida que los países africanos buscan atraer inversión extranjera directa, los indicadores de incertidumbre empresarial y los altos costos de producción inducidos por las interrupciones pueden reducir el atractivo de las economías africanas para los inversionistas.
La segunda vía es que las interrupciones dañan el rendimiento de las empresas existentes a través de una menor productividad e ingresos. Dado que la electricidad es un factor importante de producción, la provisión poco confiable de una entrada clave de este tipo limita el proceso de producción. Esto obliga a las empresas a cerrar la producción o a confiar en sus generadores con los altos costos asociados que conlleva. Dichas acciones limitan la capacidad de las empresas para operar de manera eficiente, lo que resulta en una menor productividad. Como consecuencia, las empresas responden reduciendo su demanda de mano de obra, particularmente para trabajadores altamente calificados.
Tercero, los cortes de electricidad reducen la competitividad de las exportaciones de las empresas africanas. La dependencia de la electricidad autogenerada aumenta los costos de producción, lo que se traduce en altos precios de producción. Para las empresas que no generan su electricidad, las interrupciones pueden limitar su capacidad de cumplir con los horarios de suministro a tiempo. La incapacidad de las empresas locales para competir favorablemente en los mercados internacionales tiene implicaciones obvias para la creación del empleo.
En general, mi investigación proporciona una amplia evidencia para sugerir que el suministro de electricidad confiable desempeñará un papel clave en la creación de empleos y la reducción de las altas tasas de desempleo en muchos países africanos.
Con este fin, invertir en el sector eléctrico es crucial para la sostenibilidad de la mayoría de las economías de la región. Si bien es importante ampliar el acceso, esto no debe lograrse a expensas de la calidad. Las reformas destinadas a reducir las ineficiencias en el sector eléctrico también desempeñarán un papel clave en la mejora de la calidad del suministro de electricidad. Para crear empleos, la electricidad debe estar disponible para apoyar usos productivos.