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Medir la pobreza y la desigualdad: cómo acertar

7 min

by

Erich Battistin, Michele De Nadai and Nandini Krishnan

Dos métodos de encuesta ampliamente utilizados para medir el bienestar de los hogares en los países en desarrollo son las entrevistas basadas en métodos de recuerdo y los registros de diario sobre el consumo de los encuestados. Esta columna presenta pruebas de que recopilar capturas de datos basados en los recuerdos tiende a producir menos indicadores erróneos sobre el bienestar de las personas que las referencias de diario. Esto es importante para medir de forma precisa la pobreza y la desigualdad, de lo cual dependen los programas de asistencia efectivos.

Las tendencias en pobreza y desigualdad se utilizan para hacer seguimiento de los progresos en materia de desarrollo dentro de los países y entre ellos. Estas tendencias nos ayudan a comprender cuáles son las estrategias nacionales de crecimiento potencialmente más inclusivas, el modo en que crisis como la del Covid-19 repercuten en el bienestar más allá de la salud y la mortalidad y, si las redes de protección y programas de asistencia social están siendo abordadas de forma eficaz.

En la mayoría de los países en desarrollo, los indicadores de pobreza y desigualdad se basan en encuestas sobre el consumo de los hogares. Estas valoraciones se forman a partir de mediciones de capturas de datos que cubren un breve período de tiempo, como una o dos semanas.

Pero los decisores políticos están más interesados en la métrica subyacente del concepto de bienestar a más largo plazo, basado en la tasa de consumo habitual de los hogares. La discrepancia que surge al evaluar un concepto a largo plazo utilizando datos para un tiempo de referencia más breve puede, sin embargo, llevar a mediciones de pobreza y desigualdad erróneas.

Nuestra investigación demuestra que las evaluaciones basadas en dos de los métodos más utilizados para obtener capturas de datos  del objeto de estudio – entrevistas basadas en recuerdos y referencias de diario – pueden desviarse de la verdadera distribución subyacente del consumo habitual. Sin embargo, observamos que las entrevistas sobre recuerdos son menos susceptibles de producir conclusiones erróneas sobre el bienestar general de la población, lo que sugiere que no están justificados los costes más altos de realizar registros de diario.

Más allá de las consecuencias para la medición de tendencias en pobreza y desigualdad, este hallazgo sugiere que los resultados derivados de capturas de datos basados en recuerdos identificarán una serie de hogares para su inclusión en un programa de lucha contra la pobreza en los que es más probable que esto sea realmente necesitado en comparación con aquellas familias identificadas utilizando registros de diario.

El bienestar de los hogares es un concepto a largo plazo

La teoría económica fija el bienestar en la tasa habitual de consumo del hogar, que es el resultado de una optimización a largo plazo que depende de las preferencias y expectativas sobre los futuros flujos de efectivo.

La única manera de medir esta tasa habitual (que designamos como Y*) es haciendo un seguimiento de los mismos hogares durante una larga temporada para calcular su promedio de consumo a lo largo del tiempo. Pero dado que las series largas de datos de grupo o los archivos administrativos sobre transacciones no se encuentran a menudo disponibles, el bienestar suele evaluarse a partir de encuestas que utilizan mediciones de captura de datos de consumo con referencia a un período de tiempo más breve.

Capturas de datos de las mediciones de consumo

Evidencias obtenidas en algunos países, incluyendo Níger y Tanzania, demuestran que los hogares informarán sobre su consumo de forma diferente en función de cómo se recogen los datos. Los registros de diario se han convertido en la práctica habitual para realizar análisis comparativos de las capturas de datos de las mediciones a partir de métodos de obtención alternativos.

Pero la suposición de que los registros de diario proporcionan una referencia sin errores está poco justificada estadísticamente. Por ejemplo, el consumo debe ser imputado desde los registros de diario tras ajustar valores de entradas y salidas, lo cual es susceptible de ocasionar problemas adicionales de medición. La fatiga del encuestado y el bajo nivel de alfabetización también pueden afectar a la calidad de los datos.

La dificultad de los encuestados para recordar la cronología exacta de los acontecimientos también suscita preocupación sobre el uso de las capturas de datos basados en los recuerdos. Las implicaciones de cambiar el período de recuerdo y la cantidad de cuestiones a recordar han sido comparadas experimentalmente para realizar mediciones a partir de registros de diario bajo estrecha supervisión. Las directrices sobre la forma más óptima de medir el consumo a partir de las capturas de datos han derivado de dichas comparaciones.

Medir el bienestar: ¿qué problemas pueden surgir?

La medición del bienestar plantea problemas que son lógicamente distintos, un hecho que a menudo ha pasado inadvertido. Efectivamente, la idea de que incluso la recopilación de las mejores mediciones durante un reducido espacio de tiempo puede proporcionar una perspectiva insuficiente de Y* se remonta al trabajo de Friedman en los años 1950.

Consideremos que dos hogares (los Smiths y los Johnsons) tienen previsto gastar la misma cantidad de dólares durante cuatro semanas y que, por tanto, tienen la misma Y* Durante este período, el presupuesto de ambos hogares es de 200 $ para cenar fuera de casa. Los Smiths se permiten una cena de pizza por valor de 50 $ cada semana, mientras que los Johnsons se deciden  por tomar una cena de 200 $ una vez cada cuatro semanas.

La tabla 1 muestra que estas preferencias pueden influir en el modo en que las encuestas representan el consumo comparativo de los hogares cuando el estudio mide una sola captura de datos de una semana. Las columnas 1 y 2 señalan un ejemplo de posibles hábitos de consumo durante un mes típico, mientras que la columna 3 prueba que la posición relativa de los dos hogares depende de la captura de datos de la semana analizada.

Las diferencias entre las mediciones del estudio de los Smiths y los Johnsons reflejan preferencias de frecuencia de consumo, no un problema de medida. De este modo, pueden surgir conclusiones erróneas sobre el bienestar incluso cuando se mide sin errores la captura de datos de la encuesta.

La parte inferior de la columna 3 indica que no deberíamos esperar errores, en promedio, en la clasificación del bienestar de hogares como los de los Johnsons y los Smiths. Pero la variación de todas las posibles diferencias en la columna 3 es positiva y amplia, a pesar del mismo valor subyacente Y*.

Así pues, mientras que las capturas de datos pueden brindar una medición precisa del promedio de bienestar, aquellas también ofrecerán indicadores erróneos de desigualdad y de proporción de ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza.

Cómo acertar en ello

Utilizando mediciones de registros de diario y de capturas de datos basados en los recuerdos obtenidos del mismo hogar, una investigación sobre Irak evalúa empíricamente cuál es el método de recogida que brinda capturas de datos más cercanas a Y*. La figura 1 muestra histogramas de capturas de registros de diario y basados en recuerdos en comparación con la distribución de Y* (la línea continua).

La presunción de que los registros de diario superan a los datos basados en recuerdos para evaluar las disparidades enY* no se sustenta debido a que las desviaciones de Y* son considerables. De forma destacable, esta investigación también indica que las estadísticas relativas a la pobreza y varios indicadores de desigualdad, como el coeficiente de Gini, reflejan mejor la distribución subyacente de Y* en Irak cuando se calculan a partir de datos basados en recuerdos.

Esta conclusión pone en entredicho la creencia de que los costes más altos de utilizar un registro de diario aportan mayor exactitud a la medición de la pobreza o la desigualdad. En realidad, las entrevistas basadas en recuerdos pueden ser menos susceptibles de brindar conclusiones erróneas sobre el bienestar que los registros de diario. Esto proporciona el razonamiento empírico para utilizar módulos en torno a recuerdos en el trabajo de campo, una posibilidad ya contemplada para varias encuestas nacionales de gasto.

 

 

Estudio ilustrativo de mediciones

 

Johnsons

Smiths

Johnsons – Smiths

Recogida de datos medida en:

(1)

(2)

(3)

Semana 1

$0

$50

-$50

Semana 2

$0

$50

-$50

Semana 3

$0

$50

-$50

Semana 4

$200

$50

$150

Diferencias entre todas las semanas posibles:

 

 

 

Valor esperado

 

 

$0

Desviación estándar

 

 

$90

 

 

 

 

 

 

Erich Battistin
Professor of Economics, University of Maryland
Michele De Nadai
Senior Lecturer,University of New South Wales,
Nandini Krishnan
Senior Economist, World Bank