Debido a que las personas en los países en desarrollo continúan llegando a las megápolis, a veces como resultado de la migración relacionada con el clima, es probable que aumente la inseguridad alimentaria entre los pobres de las zonas urbanas. Esta columna describe la necesidad de políticas que reduzca este riesgo y cree sistemas alimentarios urbanos resistentes. Los gobiernos de las megalópolis, como Dhaka en Bangladesh, deben considerar el modo de integrar dichos sistemas informales, que pueden hacer que la comida sea más accesible y asequible para los migrantes de bajos ingresos.
El mundo se está volviendo cada vez más urbano. Según la División de Población de las Naciones Unidas [United Nations Population Division] más de 54% de la población mundial se encuentra en áreas urbanas, y más de 10% vive en megalópolis, es decir, aquellas ciudades con 10 millones o más de habitantes. Según un estudio del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas [Institute for Environment and Human Security of the United Nations University], el cambio climático dará como resultado una mayor migración, potencialmente de hasta 200 millones de personas para 2050,
Como consecuencia de la creciente urbanización, se espera que crezca el riesgo de inseguridad alimentaria entre los pobres de las zonas urbanas. Una de las principales estrategias de supervivencia de los migrantes de bajos ingresos a las áreas urbanas es confiar en lo que los investigadores del desarrollo llaman «sistemas alimentarios informales». Éstos, se convertirán en un elemento crítico de la agenda de políticas para el desarrollo global en las próximas décadas por las siguientes razones:
En primer lugar, la migración relacionada con el clima transformará cada vez más los sistemas urbanos de suministro de alimentos y ampliará los riesgos asociados con la inseguridad alimentaria, lo cual exacerbará las vulnerabilidades y desigualdades existentes.
En segundo lugar, los sistemas alimentarios informales están emergiendo como un componente esencial en la provisión de alimentos urbanos para los migrantes. Los migrantes están menos preparados para enfrentar las crisis relacionadas con los alimentos y los cuellos de botella de la cadena de valor, en comparación con los residentes establecidos, debido a la falta de conocimiento, redes y activos locales y también, a la estrecha gama de estrategias de medios de subsistencia con la que disponen. Al buscar una mayor autonomía y flexibilidad, los migrantes recurren cada vez más a los sistemas alimentarios informales para satisfacer sus necesidades de subsistencia y seguridad alimentaria.
Dhaka es un ejemplo de la interrelación compleja entre la migración relacionada con el clima y los sistemas alimentarios informales en las megalópolis. Es la décima ciudad más grande del mundo con 16,8 millones de personas que viven en un área de 325 kilómetros cuadrados; es decir, cuenta con más de 51,000 personas por kilómetro cuadrado.
Además, de acuerdo con el Índice Global de Riesgo Climático [Global Climate Risk Index] Bangladesh se encuentra entre los seis países más afectados por los peligros ambientales. Los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria son extremadamente vulnerables frente a los riesgos relacionados con el clima en Bangladesh, y la migración es ahora la estrategia de subsistencia utilizada con mayor frecuencia por quienes viven en zonas muy afectadas.
La migración rural a urbana a gran escala es uno de los principales factores del rápido crecimiento urbano de Dhaka. Medio millón de bangladesíes se mudan a la megalópolis cada año, principalmente de las regiones costeras y rurales. Como resultado, la inseguridad alimentaria está pasando del campo a la ciudad.
El rápido aumento de la migración en Dhaka se debe principalmente a cuatro razones:
- Los migrantes rurales buscan empleos en las fábricas de prendas de vestir, la construcción y la economía informal.
- Los problemas ambientales en el sur de Bangladesh incluyen el aumento del nivel del mar, intrusión de agua salina, aumento de la salinidad en los suelos agrícolas, escasez de agua dulce y menor productividad de granjas de camarón de agua dulce y de pesca. En conjunto, dichos problemas están llevando a los migrantes de Barisal a Dhaka.
- La migración estacional del noroeste de Bangladesh está aumentando debido a la variabilidad de las precipitaciones, la sequía estacional, la inseguridad alimentaria estacional asociada y el hambre conocida como “Monga”.
- Las inundaciones, los ciclones y la erosión de la ribera del río estimulan oleadas ocasionales de migración de las áreas afectadas a Dhaka.
Como resultado, el número de personas que viven en barrios marginales urbanos sin acceso a servicios básicos y comodidades, ha aumentado 60% desde 2000. Los sistemas alimentarios informales de Dhaka se han convertido en una red densa y diversa de mercados informales, comerciantes móviles, comerciantes ambulantes, minoristas, vendedores callejeros, proveedores y transportistas.
El sector informal opera principalmente en espacios públicos, lo cual hace que los alimentos sean más accesibles y asequibles para los migrantes de bajos ingresos. 100.000 vendedores ambulantes venden alimentos en espacios públicos, lo que les permite vivir a más de 400,000 personas. Millones de habitantes de la ciudad dependen de los mercados informales para su adquisición de alimentos.
Dhaka se encuentra en una llanura deltaica plana donde convergen tres grandes ríos, el Padma, el Bramhaputra y el Meghna. Los eventos inducidos por el clima, particularmente las inundaciones monzónicas, interrumpen periódicamente la cadena formal de suministro de alimentos, provocan falta de producción y bloquean las rutas de transporte. Los sistemas alimentarios informales son más resistentes y ágiles que el sistema alimentario formal y, aún durante los desastres, mantienen a la megalópolis funcionando.
Sorprendentemente, aunque la seguridad alimentaria es un elemento clave en la agenda de desarrollo del gobierno de Bangladesh, parece que las autoridades no desean los sistemas alimentarios informales. Los desalojos y la violencia contra las redes informales de alimentos por parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y las autoridades locales, es algo cotidiano en Dhaka. Las políticas actuales ignoran la importancia de la informalidad en el sistema alimentario «mega-urbano».
Esto necesita cambiar. La seguridad alimentaria en las megalópolis es diferente a la de las áreas rurales o centros más pequeños, y debe tratarse con un conjunto diferente de políticas que reduzcan el riesgo y construyan sistemas alimentarios urbanos resistentes, que reconozcan el aprovisionamiento informal como parte de la solución. Por lo tanto, los gobiernos de las megalópolis de todo el mundo, no solo de Dhaka, deben considerar cómo integrar los sistemas alimentarios informales en el sistema alimentario urbano.
Necesitamos un debate más amplio y una discusión de políticas sobre una serie de cuestiones clave:
- La medida en que la migración relacionada con el clima está transformando el sistema alimentario informal mega-urbano.
- Cómo los migrantes se enfrentan a la inseguridad alimentaria y cómo se organizan en torno a los sistemas alimentarios informales.
- Las políticas y directrices que existen a nivel municipal, regional, nacional e internacional que apuntan a fortalecer los sistemas alimentarios informales.
- Los problemas que impulsan la gobernanza urbana de la seguridad alimentaria y cómo el sistema alimentario informal se ajusta a los enfoques de seguridad alimentaria del gobierno urbano local.
Mientras más pronto tengamos opiniones fundadas sobre estas cuestiones, mayores serán las posibilidades de que las megalópolis sean más resistentes a los impactos combinados del cambio climático y el rápido crecimiento de la población.