La pérdida de biodiversidad presenta un gran riesgo de desestabilizar la economía mundial. Esta es la conclusión de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS), que recientemente ha desarrollado un marco conceptual para analizar y prevenir este riesgo. Sin embargo, los escenarios en los que se basa este trabajo tienen limitaciones que pretendemos superar, incluyendo los servicios ecosistémicos en la evaluación y optando por un enfoque de ciencia abierta.
Escenarios para alcanzar los objetivos del Marco Global de Biodiversidad
La pérdida de biodiversidad presenta un gran riesgo de desestabilizar la economía mundial. Esta es la conclusión de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS), que recientemente ha desarrollado un marco conceptual para analizar y prevenir este riesgo. Sin embargo, los escenarios en los que se basa este trabajo tienen limitaciones que pretendemos superar, incluyendo los servicios ecosistémicos en la evaluación y optando por un enfoque de ciencia abierta.
En los últimos años ha aumentado la conciencia de que la pérdida de biodiversidad podría socavar la estabilidad de los precios y de los sistemas financieros. Estudios de casos realizados en Brasil, Países Bajos, Francia y Malasia han revelado que una parte significativa de los activos en manos de los bancos (entre el 36% y el 54% según el estudio) depende en gran medida de la estabilidad de al menos un servicio ecosistémico. Estos trabajos también han puesto de relieve el hecho de que importantes proporciones de activos financieros ejercen una presión significativa sobre la biodiversidad. Estas presiones son tales que existe un riesgo de pérdida de valor financiero, ya sea como resultado de políticas, de cambios en el comportamiento de los ciudadanos responsables o de la competencia de empresas innovadoras que tratan de reducir las presiones sobre la naturaleza.
En consecuencia, es vital tomar medidas rápidas explorando enfoques innovadores, al tiempo que se mejora la recopilación de datos sobre biodiversidad, para comprender mejor los retos económicos y las repercusiones financieras resultantes. Con este telón de fondo, la Red para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS) publicó en septiembre su Marco Conceptual para los Riesgos Financieros relacionados con la Naturaleza. Integrada por bancos centrales y reguladores financieros, la NGFS pretende mejorar la integración del cambio climático y los riesgos medioambientales en los modelos de previsión de bancos centrales y reguladores.
Escenarios para evaluar los riesgos financieros relacionados con la naturaleza
El Marco pretende crear una comprensión común basada en la ciencia de estos riesgos financieros relacionados con la naturaleza y un lenguaje compartido entre los miembros de la NGFS. Conscientes de la naturaleza sin precedentes de estos nuevos peligros en la historia de la humanidad, los operadores se dieron cuenta rápidamente de que observar las experiencias pasadas de los mercados financieros o simplemente extrapolar las tendencias actuales no sería suficiente. Por ello, la NGFS aboga por una evaluación del riesgo basada en diferentes escenarios de futuros posibles. Estos escenarios se utilizan para establecer las famosas “pruebas de resistencia” diseñadas para evaluar la capacidad de recuperación de los sistemas financieros frente a la degradación natural, o las medidas diseñadas para prevenir la desestabilización de la vida en el planeta.
Se formulan así varias hipótesis de posibles cambios en la biodiversidad, con el fin de proyectar cómo podrían afectar a los sistemas financieros (escenarios de riesgo físico). Otros escenarios se centran en los cambios necesarios para alcanzar los objetivos del nuevo Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF), firmado en diciembre de 2022 (escenarios de riesgo de transición). En virtud de este pacto, los países signatarios del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica deberán elaborar nuevas trayectorias nacionales para el desarrollo sostenible y la protección de los seres vivos. Estas trayectorias deberán tener como objetivo la transformación de múltiples sectores económicos para detener la pérdida de biodiversidad en 2030 e iniciar su recuperación en 2050.
Algunas limitaciones significativas
Sin embargo, los escenarios cuantitativos globales para la biodiversidad mundial tienen una serie de limitaciones.
Por ejemplo, no existen escenarios de riesgo físico que permitan proyectar la degradación no lineal de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que ésta proporciona, en función de diferentes trayectorias de desarrollo socioeconómico.1 Las presiones ejercidas por la humanidad sobre los ecosistemas pueden provocar cambios irreversibles. Sin embargo, la desaparición de estas presiones no conduce sistemáticamente a la restauración completa del sistema, sino que a veces puede dar lugar al establecimiento de un ecosistema alternativo. Los escasos intentos que hemos identificado al intentar medir las consecuencias de las políticas de transición sobre los servicios prestados por la naturaleza siguen siendo opacos. Tampoco tienen en cuenta la posibilidad de que se superen los puntos de inflexión y el consiguiente colapso del ecosistema.
Además, los escenarios sólo suelen ocuparse de los riesgos de transición. No tienen en cuenta las posibles retroalimentaciones vinculadas a los cambios inducidos por los escenarios. Por ejemplo, aunque un escenario prevea cambios drásticos en la sobriedad o una degradación masiva de la biodiversidad, el crecimiento económico de los países no se ve afectado en consecuencia. Además, los objetivos del GBF no se definen a nivel regional o nacional, y la modelización del esfuerzo necesario para llevar a cabo la transición de las economías difiere considerablemente de un escenario a otro, lo que influye notablemente en los resultados. Por ejemplo, en algunos estudios, el objetivo de proteger el 30% de las superficies terrestres se aplicará de forma diferente de un país a otro, ya que algunos salvaguardarán más zonas ricas en biodiversidad y otros incluirán las zonas desérticas en su porcentaje de zonas protegidas. Por último, algunos aspectos cruciales de la biodiversidad, como la diversidad genética y del suelo, se suelen pasar por alto en ciertos modelos, que se limitan a evaluar la abundancia de mamíferos y aves.
Vías de acción inmediata
En vista de estas limitaciones, la NGFS acaba de publicar una serie de recomendaciones sobre las medidas que deben tomarse antes de que la ciencia haya producido modelos globales para la evolución de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas.
Para ello, aconsejamos a todas las partes interesadas que aumenten el número de enfoques para recopilar, publicar abiertamente y distribuir datos sobre biodiversidad, incluidos los enfoques no convencionales (crowdsourcing de datos, datos por satélite, encuestas a hogares y empresas, etc.), para alimentar los futuros modelos y garantizar al mismo tiempo la reproducibilidad de los análisis.
La ausencia de proyecciones sobre la degradación de los servicios ecosistémicos y la materialización de riesgos físicos para el sector financiero no debe ser motivo para adoptar una actitud de espera. El Marco de Análisis de las Brechas de Sostenibilidad Medioambiental (ESGAP) puede utilizarse para desarrollar escenarios físicos a corto plazo. Puede ayudar a determinar si los países se acercan o no a un modo de funcionamiento seguro para la economía y, en consecuencia, estimar el riesgo de alcanzar un punto de inflexión.
Cuando se trata de anticipar los riesgos financieros de reducir las presiones sobre la biodiversidad, se pueden adaptar los trabajos recientes sobre el análisis de los riesgos de transición para el cambio climático. Se trata de comparar los sectores económicos en función de las presiones que ejercen sobre la biodiversidad y teniendo en cuenta el bioma en el que se encuentran. Todas estas vías de investigación están siendo exploradas actualmente por diversos equipos de investigación, y deberían producir nuevos resultados útiles para la comunidad financiera en un futuro próximo.
La complejidad de las cuestiones que rodean a la biodiversidad exige una acción inmediata e innovadora por parte de todos los interesados, tanto en lo que se refiere a la recopilación de datos como a la elaboración de escenarios de riesgos financieros. Dada la urgencia de la situación, es imperativo multiplicar los enfoques colaborativos y explorar soluciones dinámicas para comprender mejor los retos económicos y financieros inducidos por la degradación de la naturaleza. Sólo una acción concertada de ciencia abierta, guiada por un conocimiento profundo de los riesgos, nos permitirá alcanzar los ambiciosos objetivos del Marco Mundial para la Biodiversidad, salvaguardando así la estabilidad de los sistemas financieros y el futuro de nuestro planeta.
- Cuando la degradación de un ecosistema es mayor que la suma de las degradaciones de sus partes ↩︎