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Financiación para el crecimiento del sector privado: mejorar el acceso de las pequeñas empresas

7 min

by

Muhammed A. Usman

El acceso a la financiación se configura como un factor clave para el crecimiento y los resultados de una empresa en las distintas etapas de su vida. Pero, en los países en desarrollo, las empresas que desean expandirse encuentran a menudo dificultades para obtener financiación externa en forma de capital, préstamos o deudas a más largo plazo. Esta columna analiza los obstáculos que enfrentan las empresas más pequeñas para acceder a dicho tipo de financiación en África, así como los efectos que esto produce en sus decisiones de crecimiento e inversión. La falta de financiación perjudica de forma desproporcionada a las empresas jóvenes debido a que carecen de fondos propios.

El acceso a los servicios financieros es vital para el crecimiento y el desarrollo debido a que mejora la movilización de los recursos necesarios para obtener inversiones productivas. Acceder a la financiación ayuda a las empresas a ampliar sus operaciones, innovar e invertir en instalaciones de producción y nuevo personal.

Las principales fuentes de financiación externa para las empresas incluyen préstamos bancarios, otras formas de financiación de deuda, capital privado y fondos de capital riesgo. Los últimos resultan importantes para financiar proyectos en las primeras etapas, que son altamente riesgosas, pero también ofrecen una rentabilidad potencialmente alta. El capital social privado es fundamental para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) que han superado las etapas de financiación inicial o de puesta en marcha.

El acceso a la financiación es uno de los principales obstáculos para el crecimiento de las PYMEs. Por ejemplo, un estudio de más de 10.000 empresas en 30 países africanos destaca que el porcentaje de compañías que citan el acceso a la financiación como una limitación importante es significativamente mayor que cualquier otra restricción, incluyendo la electricidad, la corrupción, la inestabilidad económica y las regulaciones laborales.

Lagunas en la financiación externa de las PYMEs en los países en desarrollo

En las economías avanzadas, el mercado de valores es una de las fuentes de capital externo disponibles. Pero en muchos países del África subsahariana, el mercado de capitales es inexistente o bien se encuentra en una fase temprana de desarrollo. La obtención de préstamos bancarios resulta difícil para las empresas jóvenes y pequeñas debido a los requisitos de garantía y los elevados tipos de interés. En consecuencia, muchas PYMEs consideran otras fuentes externas de financiación (incluidas las semiformales e informales) para iniciar negocios y/o ampliar sus operaciones.

El capital privado y el capital de riesgo proporcionan financiación. Las firmas de capital privado adquieren valores de empresas operativas para asumir participaciones de titularidad que oscilan entre la propiedad minoritaria y la mayoritaria de las compañías.  Los inversores de capital privado ostentan la propiedad de la empresa con la expectativa de producir una atractiva rentabilidad financiera ajustada al riesgo al dejar la inversión. Su principal beneficio se obtiene en forma de ganancia de capital.

Los inversores de capital propio generan un efecto secundario más allá de la reducción de las restricciones financieras que enfrentan las PYMEs: pueden aportar nuevas capacidades de gestión, mejores sistemas de control financiero y una red de asociaciones con su propia cartera de empresas, todo lo cual puede potenciar su capacidad y resultados. Sin embargo, a pesar de la amplia gama de beneficios que presentan tanto el capital privado como el capital de riesgo, sus inversiones en África siguen siendo pequeñas en comparación con las del resto del mundo.

Existe una diferencia entre los préstamos bancarios (a plazo relativamente corto) y, el capital o la deuda a más largo plazo (cuasi capital). La financiación de deuda se reembolsa con intereses con arreglo a un calendario previamente acordado, mientras que el capital se obtiene a través de la venta de acciones. En la práctica, las empresas podrían sustituir en cierta medida los dos tipos de financiación.

Por distintos propósitos, diferentes tipos de empresas podrían buscar deuda o capital. Por ejemplo, una compañía no podrá financiar capital de trabajo con fondos propios, pero estos sí podrían utilizarse para ampliar sus actividades, sobre todo si los beneficios financieros de esa expansión van a tardar algún tiempo en producirse, pudiendo dificultar el cumplimiento del pago de deuda.

Acceso a la financiación y crecimiento de las empresas

Un reciente estudio en Etiopía demuestra que más del 50% de las empresas incluidas en la muestra no realizaron inversiones orientadas al crecimiento entre 2017 y 2019. Una de las razones principales es que las empresas no contaban con ingresos o activos suficientes y, consideraban que no podían obtener los fondos necesarios mediante financiación externa para apoyar nuevas inversiones de crecimiento.

Además, sólo dos de las empresas encuestadas habían recibido financiación de capital privado o de capital riesgo. El resto del capital social de las empresas procede de los ahorros personales de los propietarios o de amigos y familiares en forma de acciones. Así pues, cerca del 44% de las firmas encuestadas declararon que la imposibilidad de obtener suficientes fondos mediante préstamos les impide realizar la totalidad o parte de sus inversiones de crecimiento deseadas.

Una gran parte de las PYMEs no solicitó un préstamo, ya que sabían de antemano que no podían satisfacer los requisitos exigidos por los bancos, como la garantía subsidiaria. Sin embargo, las empresas que obtuvieron préstamos bancarios muestran una tasa de crecimiento positiva y más alta que las que recibieron financiación mediante acciones u otras fuentes de financiación de deuda para sus inversiones orientadas al crecimiento.

El estudio también concluye que más del 40% de los préstamos obtenidos por las pequeñas empresas procedían de fuentes informales. Esto sugiere que las firmas de tamaño reducido enfrentan mayores desafíos para obtener financiación en comparación con las más grandes.

Mejorar el acceso de las PYMEs a la financiación en África Oriental

Teniendo en cuenta el tamaño de su población y los elevados índices de crecimiento económico observados durante las últimas dos décadas, África tiene el potencial de convertirse en un mercado atractivo para las inversiones de capital privado y de capital riesgo. El reciente acuerdo comercial el Área Continental Africana de Libre Comercio (ACALC) – también impulsará el fortalecimiento del comercio y la inversión en el continente, al igual que su desarrollo como destino preferente del capital extranjero.

Gran parte de la inversión de capital privado y de capital riesgo en África Oriental, en términos tanto de valor como de volumen, se realiza en Kenia. De acuerdo con la Base de Datos de Capital Privado Africano correspondiente al año 2018 publicada por la Asociación Africana de Capital de Inversión y Capital Riesgo (ACICR), entre 2013 y 2018, 110 de los 194 acuerdos de capital social privado y capital riesgo en la región se llevaron a cabo en Kenia. El valor de estas transacciones se estima en 1.3 billones $ de un total de los 2.4 $ correspondientes a África Oriental, representando el 59% de los acuerdos en términos de valor en dicha región.

Los resultados de Kenia se atribuyen a una economía liberalizada, diversificada y avanzada con una creciente clase media y demanda de bienes y servicios de alto valor, todo lo cual le convierte en un destino atractivo para inversores internacionales.

A nivel mundial, los inversores de capital privado y de capital riesgo juegan un importante papel contribuyendo a un mayor crecimiento y a la creación de empleo. Sorprendentemente, se sabe poco acerca de estos inversores en Etiopía. Por ejemplo, la primera empresa de capital privado del país – la Schulze Crecimiento Global de Etiopía (SIG) – se estableció en 2012. Actualmente, operan unas pocas empresas de capital privado, pero algunas no cuentan con inversiones activas. Las firmas de capital privado se encuentran en la fase de recaudación de fondos o bien no se han alcanzado acuerdos con empresas.

La reciente iniciativa de Etiopía para mejorar la administración de las inversiones y la burocracia para atraer fondos de inversión internacionales demuestra que el gobierno está dispuesto a fortalecer el sector privado facilitando el hacer negocios y potenciando el perfil del país entre la comunidad inversora.

El gobierno etíope debería reforzar su compromiso de cara al establecimiento de los marcos políticos y jurídicos adecuados para convertir al país en un destino de inversión preferente para los inversores que buscan rendimientos atractivos y a largo plazo.

La experiencia de Kenia enseña que la apertura del sector financiero desempeña un papel clave para atraer inversores internacionales. Además, estabilizar la macroeconomía (por ejemplo, conteniendo la inflación creciente), salvaguardar la paz y la seguridad, reducir la corrupción, adoptar un marco regulador sólido y suprimir todos los obstáculos que impiden el libre flujo del comercio y las inversiones privadas, colocará al país en una posición más competitiva en términos generales a nivel regional.

 

Muhammed A. Usman
Postdoctoral Research Fellow, University of Bonn