La infrafinanciación ha sido un reto importante en el sector de la educación terciaria de Nigeria, la cual es financiada principalmente por el gobierno. En 2011, se creó el Fondo Fiduciario para la Educación Terciaria (Tertiary Education Trust Fund, TETFund) como fondo de intervención de contrapartida basado en un impuesto del 2 % sobre las ganancias de las empresas registradas en Nigeria. La enorme incidencia positiva del TETFund en la calidad de la enseñanza, el aprendizaje y la investigación basada en las instituciones sugiere que se trata de un modelo de financiación sostenible que otros sectores educativos y otros países en desarrollo podrían tomar como ejemplo a seguir.
Imagina estudiar en una universidad pública y que tu formación se interrumpa por hasta ocho meses. Eso es exactamente lo que ocurrió hace poco en Nigeria cuando el Sindicato de Personal Académico de las Universidades (Academic Staff Union of Universities, ASUU) paralizó las actividades académicas en el sistema universitario nigeriano (Nigerian university system, NUS), especialmente en las instituciones públicas de enseñanza superior (IES), desde el 14 de febrero hasta el 11 de octubre de 2022.
El problema es perenne: el país ha experimentado aproximadamente 15 semestres (66 meses) de huelga similar desde 1999, y el ASUU siempre indicó la grave falta de financiación del NUS como uno de sus principales motivos para hacer huelga.
Retos del sector de las IES en Nigeria
Nigeria es el país de etnia negra más poblado del África subsahariana y del mundo. Su sector educativo se subdivide en tres niveles: educación primaria (seis años); educación secundaria (seis años); y educación terciaria (al menos cuatro años). Es lo que se conoce como el sistema 6-3-3-4, ya que el nivel secundario se subdivide a su vez en los niveles secundario inferior y superior, de tres años cada uno.
En general, todos los niveles del sector educativo del país sufren algún tipo de crisis, como infraestructuras deterioradas, deficientes condiciones del servicio y reglamentación inadecuada, así como bajas tasas de alfabetización y matriculación. Aunque el sector terciario de las IES (que comprende sobre todo universidades públicas, politécnicos, facultades de educación y centros de formación profesional) es fundamental para el desarrollo nacional, a lo largo de los años ha estado muy poco financiado.
Las IES públicas de Nigeria están financiadas principalmente por el gobierno, lo cual es la pauta en la mayoría de los países en desarrollo. Se han propuesto reformas claves en cuanto a la recuperación y reasignación de la financiación pública, el fomento de préstamos y becas a los estudiantes, así como la microgestión y privatización de las IES públicas. Sin embargo, el presupuesto asignado para financiar la educación terciaria en Nigeria es actualmente uno de los más bajos del mundo. Solo alrededor del 5,4 % es asignado para todo el sector educativo en 2022, lo cual queda por debajo del 8,4 % que fue asignado en 2019, además del hecho que la proporción de docente por estudiante solamente disminuye.
Como resultado, la educación terciaria de Nigeria está plagada de incesantes conflictos laborales, escaso rendimiento de la enseñanza y baja capacidad de investigación, elevadas tasas de abandono, fuga de cerebros, plazos prolongados para obtener un título y, en algunos casos, graduados de baja calidad.
TETFund: Instrumento de financiación sostenible de las IES y evaluación de impacto
Para sobrellevar algunos de los retos a los que se enfrenta el sector de las IES en Nigeria, en 2011 se creó el Fondo Fiduciario para la Educación Terciaria (TETFund) que tiene el fin de imponer, gestionar y administrar el impuesto educativo para proporcionar financiación de contrapartida a las IES públicas.
El TETFund, una rama del Fondo Fiduciario para la Educación (Education Trust Fund, ETF), fue creado en 1993 y es un fondo de intervención cuyo objetivo es solucionar la infrafinanciación de las IES públicas en Nigeria. El fondo se financia mediante un impuesto educativo del 2 % que grava a las empresas nigerianas y que se canaliza a través de la agencia federal de recaudación de impuestos, el Federal Inland Revenue Service (FIRS).
El TETFund tiene un triple mandato de financiación (financiación de proyectos, formación y desarrollo del personal e investigación institucional), instituido para beneficiar a todas las instituciones públicas de enseñanza superior, ya sean federales, estatales o locales.
Durante más de una década (de 2011 a 2021), el TETFund ha demostrado ser un instrumento de financiación sostenible en el sector de las IES de Nigeria. Hay registros de que el fondo ha utilizado más de 2,5 billones de nairas (5.600 millones de euros) desde su creación hasta la fecha. Tiene una tasa de beneficiarios del 50 %, lo que significa que ayudó a la mitad de sus instituciones beneficiarias desde 2011.
Es el mayor impacto se produjo en el desarrollo de infraestructuras, ya que se llevaron a cabo más de 152.000 proyectos en diversas instituciones terciarias desde 2011. Estos proyectos incluyen la construcción de aulas, laboratorios, residencias de estudiantes, oficinas y carreteras.
Otro impacto destacado del TETFund en el sector de las IES de Nigeria durante la última década es el desarrollo de capacidades. En el país, 10.632 educadores obtuvieron un doctorado y 9.072 un máster. En el mismo periodo, el fondo concedió becas a 4.485 educadores para obtener un doctorado y a 3.192 educadores para obtener un máster fuera de Nigeria.
Conclusión
El desarrollo masivo de las infraestructuras y de las capacidades humanas que se presenció en la última década a través del TETFund, tal y como se muestra en la Figura 1, son indicadores del avance de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en las IES federales de Nigeria.
Como TETFund es de naturaleza complementaria y no una estructura de financiación exclusiva para las IES públicas de Nigeria, es crucial que otras partes interesadas, como el ministerio gubernamental competente, igualen la asignación del TETFund con una mayor proporción de los presupuestos estatutarios. Esto contribuirá a reducir las incesantes huelgas que siguen obstaculizando los principales logros que el TETFund pudo conseguir.
Asimismo, es necesario aumentar la tasa de beneficiarios del TETFund hasta el 100 % para que todas las instituciones estatales puedan beneficiarse por igual. Se espera también un mayor compromiso de los contribuyentes al TETFund para aumentar la tasa de recaudación y, al mismo tiempo, igualar las crecientes asignaciones institucionales del fondo.
Las instituciones terciarias también deberían alinear su investigación institucional con cómo evolucionan las tendencias de investigación y las demandas de la industria. Esto fomentará aún más las imperativas asociaciones y colaboraciones lo cual ayudará a obtener fondos de contrapartida.
El impuesto sobre la renta de la educación, ejemplificado en el modelo TETFund, debería considerarse un instrumento de financiación sostenible que podría servir de catalizador para transformar todos los niveles del sector educativo en los países en desarrollo, siempre y cuando se siga administrando y gestionando eficazmente.
Figura 1: Proyectos de desarrollo de infraestructuras y personal en las IES públicas de Nigeria financiados por el TETFund (2011 a 2021)