Ciencia, finanzas e innovación

Incentivos para la innovación inclusiva

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Robyn Klingler-Vidra

¿Cómo deben los responsables de formular las políticas diseñar incentivos para que la innovación sea inclusiva? Esta columna explica que primero se debe tener claridad sobre lo que se está tratando de lograr: llevar productos y servicios innovadores a las personas; o hacer que la gente se integre al proceso de innovación. Una vez que la intención es clara, hay una serie de políticas opcionales que incluyen, concurrentemente, financiamiento, incentivos fiscales, cambios regulatorios, uso de compras públicas, grupos de apoyo, aceleradores e institutos, promoción del desarrollo del mercado de valores, así como educación y capacitación.

A raíz de la crisis financiera mundial, a medida que las tasas de crecimiento económico se estancaron, los formuladores de políticas promovieron la innovación basada en la esperanza de restablecer la prosperidad, la creación de empleo y la competitividad nacional.

Al mismo tiempo, a medida que las preocupaciones sobre la innovación tecnológica que causan daño ambiental y generan desigualdad social continúan creciendo, los tomadores de decisiones piensan en la innovación más allá del proceso de schumpeteriano de «destrucción creativa» o del proceso que avanza en la frontera tecnológica. Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la ira generalizada de la gente por el aumento de la desigualdad, las nociones de «innovación sostenible» e «innovación inclusiva» han pasado a primer plano.

Entonces, ¿cómo podemos promover que la innovación sea inclusiva? En primer lugar, es esencial ser precisos sobre el objetivo, dado que hay dos conceptualizaciones distintas de «innovación inclusiva»: una se centra en la innovación como un producto o servicio que puede abordar cuestiones de inclusión social, y la otra en incluir personas, lugares e industrias en procesos y actividades de innovación.

En otras palabras, la innovación inclusiva se trata de productos o servicios innovadores que benefician a los miembros de la sociedad -a menudo, al desarrollo en un contexto espacial- o bien, se trata de que las personas se integren en un proceso de innovación.

La idea de la innovación inclusiva enfocada en las personas, que es utilizada predominantemente por la OCDE, se refiere a incluir grupos subrepresentados, como mujeres, minorías y discapacitados, en actividades comerciales innovadoras. Un informe de la OCDE conceptualiza las políticas de innovación inclusiva como acciones intencionales “que apuntan a eliminar las barreras a la participación de individuos, grupos sociales, empresas, sectores y regiones poco representados en actividades de innovación”.

La diversidad se refiere a personas con diferentes características que colaboran, a menudo, en el mismo lugar de trabajo. La diversidad se promueve a través de procesos de inclusión. Ésta se trata de la existencia de individuos con características distintas que se perciben a sí mismas “incluidas”.

En este contexto, las políticas para promover la inclusión en las actividades de innovación apuntan a una mayor participación e integración con grupos poco representados. Las políticas dirigidas alientan a las mujeres, las minorías y las personas discapacitadas a participar en actividades innovadoras mediante la ampliación de incentivos fiscales, educación y capacitación, y planes de subvenciones.

La otra comprensión de la innovación inclusiva, a menudo invocada en contextos de países en desarrollo, como es el caso de algunos proyectos del Banco Mundial en Vietnam, se enfoca en la innovación como medio para incluir grupos marginados e impulsar el desarrollo y el crecimiento inclusivo.

Aquí, la innovación inclusiva se refiere al potencial de las innovaciones tecnológicas con el fin de beneficiar a determinados grupos sociales -o regiones-. Los esfuerzos de las políticas pueden tomar la forma de iniciativas de promoción tecnológica, como la financiación de tecnologías que mejora cuestiones sociales; por ejemplo, para mejorar la productividad agrícola, aliviar la soledad del envejecimiento demográfico, etc.

La acción política para llevar a cabo la innovación inclusiva implica que los legisladores diseñan, concurrentemente, subvenciones, incentivos fiscales y más políticas para enfocarse en la solución de un desafío social que a menudo enfrenta un grupo en particular.

 

Inclusión en procesos de innovación

Uso de innovación tecnológica para ayudar a la inclusión social

Objetivo de la política

Incrementar la inclusión de grupos poco representados como participantes en actividades de innovación

Fomentar las innovaciones tecnológicas que luchan por mejorar los desafíos sociales que enfrentan los grupos demográficos particulares

Criterios de la orientación de la política

Objetivo según las características del participante

Abierto a los participantes, centrado en la capacidad de resolver el problema

Indicadores de desempeño clave (KPI)

Número y porcentaje de la participación grupal en actividades de innovación

Datos sobre el objetivo social, por ejemplo, venta de productos mediante una aplicación en línea

Ejemplo

Esquema de financiamiento con el fin de proporcionar inversión en la etapa inicial para mujeres emprendedoras de alta tecnología

Competencia para diseñar nueva tecnología para mejorar las ventas y la distribución de productos agrícolas de comunidades remotas

Volviendo a la pregunta inicial: ¿cómo deben los responsables de formular las políticas diseñar incentivos para una innovación que sea inclusiva? Cuando los tomadores de decisiones diseñan políticas de innovación inclusiva, primero deben tener claro lo que están tratando de lograr: llevar a las personas a la innovación o aportar innovación a las personas -o problemas-.   

Una vez que establecen el objetivo sus medios de focalización podrán centrarse en las características de los participantes, en las que los indicadores clave de desempeño (KPI) reflejen sus objetivos de aumentar las actividades entre los grupos demográficos seleccionados. Alternativamente, las políticas se dirigen a la capacidad de los aspirantes a empresarios de utilizar la innovación tecnológica para afrontar un desafío social. En este caso los KPI se enfocan en el desempeño para aliviar el problema.   

Una vez que los objetivos se definen claramente y se determinan los KPI y el cronograma, la formulación de políticas de innovación inclusiva se dirige a identificar qué instrumento de política se debe potenciar. Existe un verdadero menú de políticas que incluye financiamiento, incentivos fiscales, cambios regulatorios, uso de compras públicas, grupos de apoyo, aceleradores e institutos, promoción del desarrollo del mercado de valores, así como educación y capacitación.

Una combinación de políticas con horizontes de corto y largo plazo puede generar un impulso inicial y luego fomentar procesos más profundos de cambio social.

En conjunto, los dos tipos de políticas de innovación inclusiva pueden aumentar la participación en los procesos de innovación y aprovechar el potencial de la innovación tecnológica para abordar el desafío de la inclusión social. Pero la clave es primero tener claridad sobre la intención en lugar de tratar de lograr ambos objetivos a la vez.

 

Robyn Klingler-Vidra
Lecturer in Political Economy, King's College London.