En una conferencia en octubre de 2019 para conmemorar el vigésimo aniversario de GDN desde su lanzamiento, se discutió mucho sobre el poder de la investigación y la evidencia para ayudar a abordar los desafíos globales y las implicaciones para comprender el desarrollo y sus prácticas. Esta columna describe tres enseñanzas clave de la conversación.
A pesar de que el mundo enfrenta enormes desafíos, somos optimistas de que haya alternativas genuinas disponibles, con evidencia proveniente de investigaciones y datos que las respalden. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible están creando un impulso real para un cambio positivo tanto en el sector público como en el privado. Los ciudadanos están uniendo fuerzas para dar forma a los procesos sociales necesarios para una transformación real.
Sin embargo, también sabemos que no se está experimentando el cambio positivo en todas partes, o por todos, de la misma manera. Con las tasas actuales de progreso global, es difícil imaginar lograr un mundo en el que “nadie se quede atrás”.
En la Conferencia de Desarrollo Global de 2019, en una sesión que convocamos con el apoyo del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo de Canadá, abrimos una conversación sobre el poder de la investigación y la evidencia para ayudar a abordar los desafíos globales y las implicaciones para poder comprender el desarrollo y sus prácticas.
Esta conversación se basa y se conecta con otros trabajos e iniciativas en todo el mundo. Pero es oportuno, y escuchamos un fuerte mensaje: no solo necesitamos hacer “más investigación” sino que necesitamos emprender investigaciones que tengan un impacto fundamental.
Si, como investigadores, nos tomamos en serio la formulación de políticas basadas en evidencia, debemos ingresar al complejo y rebelde sistema de relaciones entre ciudadanos y esclavos, y lidiar con cuestiones de política y gobernanza. Necesitamos ser más reflexivos de la diversidad de la sociedad y adquirir nuevas habilidades y capacidades para convertirnos en disruptores activos y auténticos agentes de cambio.
Finalizamos el diálogo con las siguientes tres lecciones.
Aspiramos a un mundo inclusivo, uno que requiere investigación útil
Un mundo inclusivo requiere que todos los ciudadanos participen en actividades sociales, culturales, políticas y económicas. Vemos que ya están surgiendo oportunidades. Por ejemplo, la actividad empresarial está en aumento en África, con las mujeres en el centro del escenario, especialmente en sectores en crecimiento como la agricultura, los textiles y la vestimenta.
Pero muchas personas, especialmente los jóvenes, todavía tienen puntos de vista fijos y prejuicios sobre los roles de los hombres y las mujeres. Es necesario compartir experiencias más positivas y modelos a seguir con equilibrio de género para ayudar a elevar las aspiraciones de las mujeres en particular.
La investigación puede ayudar al explorar e identificar las barreras para el crecimiento empresarial y los supuestos subyacentes sobre los grupos de la sociedad (mujeres, jóvenes, marginados) que crean sesgos inconscientes. Necesitamos obtener más información sobre las experiencias prácticas de las mujeres indígenas, especialmente las del sector informal, por ejemplo, con proveedores de capital tradicionales, como instituciones de micro finanzas y bancos.
Las relaciones entre el estado y el ciudadano están en crisis, especialmente con respecto a la información
Está aumentando la recopilación y el uso de datos sobre las vidas, los movimientos y las actitudes de las personas por parte de los sectores tanto público como privado. Ahora vemos muchos ejemplos en los que los ciudadanos están excluidos del acceso a esos mismos datos, incluso cuando se utilizan para comunicar decisiones que afectan directamente a sus vidas. A medida que el sector privado y las entidades políticas se alinean para aumentar su participación y control sobre la información, vemos que se comprometen las libertades personales, la seguridad, la transparencia, la privacidad y los procesos políticos.
A pesar de que estamos rodeados por una explosión de información y comunicación, ¿están realmente representados todos los grupos de la sociedad en la generación de evidencia de datos provenientes de las investigaciones? Como investigadores, ¿estamos hablando y comprometiéndonos lo suficiente con aquellos que tienen menos poder en la sociedad?
Necesitamos ayudar a los ciudadanos a reconstruir su confianza en la evidencia y los datos ofreciendo demostraciones claras de la relevancia y utilidad de las investigaciones. También necesitamos investigaciones y pruebas para ayudar a informar y establecer marcos regulatorios sólidos para la generación y acceso de datos.
Los investigadores y los ciudadanos necesitan encontrar nuevas formas de compromiso
Para avanzar hacia un mundo inclusivo donde nadie se quede atrás, tanto los investigadores como los ciudadanos necesitarán nuevos conjuntos de habilidades y capacidades. La educación es de gran importancia para ayudar a las personas a replantear sus habilidades, aprender de manera más rápida y efectiva cómo usar las nuevas tecnologías y ser cada vez más adaptables a un mundo cambiante.
Como investigadores, tendremos que mirar hacia el futuro, ver tendencias e identificar y comprender los regímenes públicos y privados que intentarán controlar el conocimiento y limitar el acceso a él. Debemos asegurarnos de que se les comunique a los ciudadanos, así como a los responsables políticos los productos de la “investigación para el desarrollo”, y asegurarnos de que los debates sobre políticas públicas estén informados por evidencia que sea válida, sólida, creíble y útil.
Tenemos que proporcionar incentivos para que las mujeres, las niñas, los jóvenes y las comunidades marginadas participen en la investigación, y debemos promover la colaboración, romper los silos y encontrar formas de “crear conjuntamente” el conocimiento.
Conclusión
En nuestra conversación, nos alegró escuchar a muchos otros que creen que la investigación se puede utilizar como una herramienta eficaz para fortalecer la evidencia de lo que está funcionando. Tiene el poder de descubrir nuevos paradigmas y desafiar el status quo. Puede proporcionar datos que ayuden a generar más aceptación y un sentido de urgencia para abordar algunos de los desafíos sociales más urgentes.
Pero para hacer una contribución real al cambio positivo, debemos mantener nuestros ojos en el futuro. Tendremos que asegurarnos de que los procesos de investigación sean lo más inclusivos posible. Debemos ser efectivos en la comunicación compartida y la difusión de evidencia útil para promover la acción colectiva.
Este no es un plan fácil, pero tenemos la esperanza de conectarnos y colaborar con otros investigadores y ciudadanos en este viaje compartido.