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La preservación de los ecosistemas de pastizales en las economías en desarrollo

7 min

by

Evelyne Kihiu

En el mundo en desarrollo existe una preocupación generalizada sobre la explotación económica de la tierra sin tener en cuenta el capital natural y cultural vinculado a la gestión de los ecosistemas. Esta columna se centra en los retos a la viabilidad de los sistemas comunales y tradicionales de gestión impulsados por el Estado o el mercado en los entornos ecológicos de zonas áridas y semiáridas conocidos como “pastizales”. Contabilizar adecuadamente el valor económico de los servicios de ecosistemas de pastizales puede incrementar la competitividad de la gestión colectiva de la propiedad estatal o privada respectivamente – apoyando la conservación de esta pieza esencial de la superficie terrestre ante la amenaza de la degradación medioambiental.

A pesar del valor de los servicios ambientales que proporcionan los pastizales, especialmente como fuente de alimentos y hábitat para el ganado y la fauna silvestre, su protección se encuentra amenazada por la degradación medioambiental. Los factores humanos juegan un papel destacado en la reducción de la capacidad de los ecosistemas de pastizales para satisfacer importantes necesidades ecológicas, sociales, culturales y económicas. Esta columna explora evidencias científicas sobre la efectividad de las políticas para protegerlos, así como el posible impacto de la acción colectiva.

¿Qué son los pastizales?

Los pastizales son ecosistemas compuestos por vegetación autóctona o naturalizada utilizados para pastoreo o ramoneo de animales salvajes o domésticos. Su gestión se encuentra limitada al pastoreo, la quema y el control de plantas leñosas.

Las estimaciones globales de pastizales varían considerablemente entre el 18% y el 80% de la superficie terrestre del planeta. Las estimaciones varían en función de la definición de pastizales y las fuentes de datos. La Asociación para la Gestión de los Pastizales proporciona, como se detalla a continuación, estimaciones de la extensión global de los tipos principales de vegetación de pastizales: prados 42%, matorrales 23% y bosques 12%, con otros tipos de vegetación formando el 23% de la superficie terrestre.

En Kenia, los pastizales se encuentran en tierras áridas y semiáridas, que comprenden más del 80% de la superficie total del país. En estas zonas habitan aproximadamente el 38% de la población de Kenia y más del 90% de la fauna que fomenta el sector turístico nacional. Las tierras áridas y semiáridas también albergan aproximadamente el 70% del ganado del país, con un valor estimado de 70 billones de chelines kenianos (en torno a 70 millones de dólares estadounidenses).

¿Por qué son importantes los pastizales?

Los ecosistemas de pastizales, como otros recursos naturales, proporcionan abastecimiento esencial, apoyo, regulación y servicios culturales, de forma tanto directa como indirecta. El principal servicio directo reconocido que brindan los pastizales es su contribución como fuente de alimentos y hábitat para el ganado y la fauna.

Pero los ecosistemas también proporcionan importantes servicios ecológicos, desde proteger suelos frágiles, facilitar la retención de dióxido de carbono, conformar un hábitat para la fauna silvestre y la flora hasta actuar como cuencas hidrográficas. Otros beneficios incluyen la provisión de servicios culturales, como belleza estética y estimulación intelectual, campos de entrenamiento militar y, enclaves de culto religioso y espacios recreativos, entre otros usos.

Opciones para la gestión de los pastizales

Los regímenes de gestión de recursos de los pastizales pueden ser tanto comunales, privados o controlados por el Estado. La gestión comunal de los pastizales se define como el uso y propiedad colectiva de los recursos naturales, principalmente pasto y agua, con propiedad individual del ganado. La propiedad privada se caracteriza por la exclusividad de la tenencia de los recursos, incluyendo la tierra, mientras que conforme a la propiedad estatal los recursos naturales se controlan legalmente por el Estado.

La gestión comunal de los recursos naturales bajo sistemas colectivos de propiedad ha adquirido importancia en la dirección y estructuración del uso de los pastizales sobre la propiedad privada y estatal, especialmente donde existe preocupación acerca de la equidad y la sostenibilidad de los recursos.

Los acuerdos comunales de la gestión de recursos presentan diversas opciones de subsistencia     para los usuarios, proporcionando acceso a áreas de terreno más amplias que proveen agua y pastos en estaciones tanto secas como húmedas. El sistema presenta, de este modo, la escala necesaria que se requiere para mantener la función ecológica de las diversas superficies terrestres asociadas a los pastizales.

Además, los derechos colectivos a la tierra y recursos terrestres en pastizales procuran una forma más equitativa de distribución de los recursos variables y se asocian con ahorros significativos en costes de transacción y producción.

Desafíos en la gestión sostenible de los recursos comunes

A pesar de que los sistemas tradicionales de gestión colectiva son compatibles con los entornos de zonas áridas y semiáridas, la viabilidad de estos sistemas se está debilitando con la mayor competitividad de los mercados, la población en aumento, la menor apreciación de sistemas tradicionales en el mundo moderno y, capacidades mejoradas.

Además de la necesidad de acceder a mercados de capital y las presiones que provienen del creciente número de personas con derecho a una participación en recursos fijos de tierra, el cambio de oportunidades que trajo consigo la liberalización del mercado se ha constituido como una grave amenaza para los pastizales en los países en desarrollo.

La necesidad de “internalizar externalidades” que deriva de crecientes oportunidades de mercado y cambios en precios relativos ha sido una destacada fuerza impulsora para los derechos exclusivos de propiedad en muchos pastizales en los países en desarrollo. Mayores capacidades, por otra parte, ofrecen a los hogares opciones de salida de la gestión colectiva de los recursos del pastoreo. Si bien mayores capacidades dan libertad a los usuarios para perseguir sus intereses, sus esfuerzos influyen en beneficios individuales sin mayores rendimientos para todos.

El efecto de la debilitada gestión colectiva de los recursos de pastizales ha producido cambios sin precedentes en el uso de la tierra, especialmente en los pastizales más fértiles – esto es, tierras semiáridas. Esto ha dejado a los pastizales restantes con menos de la variabilidad ecológica requerida considerando las condiciones ambientales que caracterizan a estos ecosistemas.

Los procesos combinados de subdivisión, exclusión e inhibición producidos por cambios en los regímenes de gestión agravan el deterioro medioambiental. Las tierras marginales restantes se usan intensivamente por encima de su capacidad, llevando en última instancia a un aumento de los niveles de pobreza e inseguridad porque los usuarios compiten por recursos en declive.

Facilitar las condiciones para sistemas de gestión sostenibles

Contabilizar de forma adecuada los valores económicos de los servicios de los ecosistemas de pastizales puede incrementar la competitividad de su gestión colectiva respecto de la propiedad privada o estatal. Esto no sólo haría más valiosos los sistemas comunales de gestión, sino que también proporcionaría vías para diversificar los medios de subsistencia de los usuarios.

Los beneficios económicos identificados con pastizales gestionados de forma comunitaria más allá de los usos tradicionales incluyen comercio de carbono, generación de energía solar/eólica, comercialización de productos autóctonos, turismo y pago por los servicios de los ecosistemas. Asimismo, presentar incentivos a corto plazo para la cooperación en materia de gestión de recursos para el pastoreo podría incrementar los beneficios para las personas vinculadas a esta cooperación y, así, fomentar la gestión colectiva de los recursos naturales.

Esto podría realizarse mediante un aumento del servicio colectivo de prestación de servicios como el acceso a mercados de productos de pastizales; la disponibilidad de información sobre precios de mercado en tiempo casi real; la potenciación del papel de los usuarios para participar en nichos de mercado; favoreciendo el desarrollo de capacidades de grupos locales mediante la expansión de servicios a través de ‘escuelas de campo para agricultores’ y formación profesional y, mejorando la presencia de actores externos de apoyo, como el sector privado en las comunidades.

Las estrategias para la gestión sostenible de recursos de pastizales, especialmente en áreas que ya sufren una presión sobre los mismos, requieren vías adaptativas de gestión. Es probable que las inversiones en prácticas innovadoras, como conservación del forraje e implantación del pasto, mejoren la resiliencia de los ecosistemas y mitiguen los riesgos inherentes ligados a la limitación de recursos.

Programas como el del seguro para ganado basado en índices han demostrado proteger tanto recursos de pastizales como de medios de subsistencia y, por ello, deberían ampliarse más allá de las zonas piloto donde están actualmente circunscritos. Finalmente, los acuerdos sobre tenencia con intereses coincidentes sobre la tierra deberían aprovecharse para dar cobertura frente a situaciones naturales y económicas, sobre todo durante períodos de sequía.

 

Evelyne Kihiu
Researcher, Kenya Institute of Public Policy Research and Analysis