Derechos básicos e igualdad

Profesores cualificados: evidencias científicas sobre prácticas educativas efectivas

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Seun Adebayo

Este blog es parte de una serie organizada en conjunto con la decimonovena conferencia de desarrollo global.

Por lo general, se entiende que los profesores de calidad son esenciales para el progreso en la educación que exigen los Objetivos de Desarrollo Sostenible —pero, ¿qué es un buen profesor? Esta columna—una entrada del concurso internacional de blogs juveniles de GDN en 2019—subraya algunas de las evidencias científicas sobre las características esenciales de las prácticas eficaces de enseñanza. Incluyen la creación de un ambiente de aprendizaje seguro y estimulante; la gestión eficiente de las aulas; instrucciones claras; la activación del proceso de aprendizaje; la adaptación de los métodos pedagógicos y estrategias de enseñanza y aprendizaje.

“Garantizar la educación inclusiva y equitativa y promover las oportunidades de formación permanente para todos” es el resumen del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4. En el ámbito de este objetivo, uno de los aspectos clave se centra en los profesores: “Para el año 2030, incremento sustancial de la proporción de profesores cualificados, en particular mediante la cooperación internacional para la formación del profesorado en países en desarrollo, especialmente en los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo”.

Pero dado el considerable volumen existente de pruebas científicas sobre profesores y desarrollo educacional, sorprende que el objetivo de los “profesores cualificados” no indique qué criterio debería ser usado en la definición de “profesores cualificados” y, además, cómo debe ser un buen profesor. Por ejemplo, una serie de estudios han establecido que los profesores desempeñan un papel clave a través de su contribución a la educación de calidad; que sin el apoyo de los profesores, las reformas educativas a menudo no lograrían los resultados esperados y, que la formación de los docentes debe prepararles de forma adecuada para satisfacer las demandas cambiantes en las aulas.

Una publicación destacada que está influyendo en la agenda de desarrollo sostenible en materia de educación es Preparación de profesores para un mundo cambiante: qué deberían aprender y ser capaces de hacer, editado por Linda Darling-Hammond y John Bransford.

El libro presenta argumentos convincentes en el sentido de que la formación del profesorado necesita adecuarse a nuestro mundo contemporáneo proporcionando a los docentes capacidades y recursos pedagógicos apropiados para cubrir las necesidades cambiantes y el aprendizaje de los alumnos. Además, el libro informa a los decisores políticos, formadores de docentes, investigadores y otros actores educativos sobre las diversas necesidades de los estudiantes y las habilidades necesarias para el siglo XXI. Dichas habilidades incluyen la resolución de problemas, la comunicación de ideas, la creatividad, el liderazgo y la capacidad de emprendimiento.

La educación mediante la enseñanza de profesores necesita responder de forma efectiva a estas demandas y garantizar que los resultados del aprendizaje sean satisfactorios. El libro ha inspirado debates y ha contribuido al desarrollo de investigación sobre enseñanza y pedagogía respetuosas con las diferencias culturales, formación del profesorado y desarrollo profesional y evaluación docente.

Es evidente que la falta de una clara definición del concepto “profesorado cualificado” o de enfoques que permitan determinar la calidad docente en el ODS 4 contribuyeron a los resultados del Informe 2019 de Seguimiento Global de la Educación (SGE) de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sobre el tema Migración, desplazamiento y educación: construyendo puentes, no muros.

El Informe SGE 2019 concluye que los “estándares de la formación del profesorado son difíciles de mantener con índices de contratación”. En otras palabras, con el incremento de la contratación de profesores en los sistemas educativos, se ha observado una disminución de la calidad del profesorado (ver Figura 1). Pero el informe no explica de forma convincente qué se entiende por calidad docente, ni tampoco define el concepto de “profesor cualificado” en el contexto del ODS 4. Al mundo le quedan aproximadamente once años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cerca de 69 millones de “profesores cualificados” necesitan todavía hacer realidad el sueño del ODS 4.

Figura 1: Índice de nuevas contrataciones de profesores y porcentaje de profesores formados, educación primaria en países subsaharianos seleccionados, 2010-2014.  

SGE StatLink: http://bit.ly/fig17_1

Fuente: base de datos UIS

El Informe SGE también afirma de forma más generalizada que “los profesores necesitan formación específica cuyo objetivo sea desarrollar estrategias para tratar con aulas masificadas de edad variada y multiculturales”. Para alcanzar el ODS 4, los gobiernos y sistemas educativos deben garantizar que los profesores cuenten con competencias interculturales, esenciales para lograr la equidad y la sostenibilidad en un mundo globalizado.

La composición cambiante de estudiantes en las aulas a nivel mundial debido al aumento de las migraciones ha motivado que aún sea necesaria investigación sustancial respecto a cómo ejercen los profesores sus prácticas pedagógicas para procurar una educación inclusiva y de calidad para todos.

Es más, en el contexto del actual panorama global educativo, los profesores cualificados son “intelectuales transformadores”, conocedores de las diferencias socio-culturales en sus aulas y, que mediante la formación docente, están preparados para aplicar una diferenciación de capacidades para cubrir las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos. Asimismo, un estudio reciente ha identificado a profesores en escenarios de postconflicto como “segundos padres, humanitarios, pregoneros, modelos de conducta, tutores, padres, consejeros, unificadores, agentes de paz, Hércules y psicólogos” en su apoyo a los alumnos traumatizados por el conflicto.

Para hacer operativo el trabajo del “profesorado cualificado”, Wim van de Grift  propone seis ámbitos referentes a las prácticas de enseñanza efectiva: crear un clima de aprendizaje seguro y estimulante; gestión eficiente de las aulas; proporcionar instrucciones claras; activar el proceso de aprendizaje; adaptación de la enseñanza y, estrategias de enseñanza y aprendizaje. Los profesores cualificados deben ser capaces de implementar todas estas prácticas docentes en sus aulas, teniendo en cuenta las características singulares de su contexto específico—cultura, configuración socioeconómica y necesidades de aprendizaje.

Para concluir, este artículo apoya firmemente la urgente necesidad de implementar investigación sobre desarrollo sostenible, en particular en el marco de la agenda global de educación—de calidad, accesible y una educación equitativa para todos. Ya que fracasar en el desarrollo de una sólida base de conocimiento en ámbitos de políticas y prácticas para el desarrollo sostenible puede llevar a la sociedad a muchas consecuencias no deseadas.

 

Seun Adebayo
PhD Researcher, National University of Ireland